Gran parte de nuestra vida y experiencias se encuentra contenida en dispositivos electrónicos y un alto porcentaje de nuestras actividades se realiza y depende del ciberespacio. Almacenamos en estos dispositivos, documentos sensibles, información bancaria, correos electrónicos, fotos, videos, incluso en ocasiones vinculamos nuestra información con cuentas de otras personas.
Las consecuencias de enfrentar un acceso no autorizado pueden ser altísimas, como perder nuestra información almacenada por años o utilizar nuestra información para realizar fraudes, como suplantación de identidad. Por ello, debemos defender nuestros dispositivos y cuentas utilizando contraseñas.
Un indicativo de buena ciberhigiene es proteger nuestros dispositivos con contraseñas adecuadas, brindándonos tranquilidad y control de nuestros datos y actividades. Para que la gestión de contraseñas sea óptima debemos saber cuando las podemos utilizar y los requisitos para que sean eficientes: