WannaCry es sin duda el ciberataque mas devastador de la historia reciente. Este ransomware se aprovechó de una vulnerabilidad ubicada en el servicio de archivos compartidos del sistema operativo Windows, llamado “EternalBlue”, parte fundamental de su infraestructura.
En mayo de 2017 WannaCry se propagó rapidamente a través de internet, específicamente por medio de redes locales, que son conexiones de red entre computadores dentro de una misma organización. El ransomware buscaba sistemas Windows que fueran vulnerables al exploit EternalBlue y una vez que los encontraba, infectaba dicha computadora ejecutando un código malicioso, para luego de forma automática buscar otras máquinas vulnerables en la misma red.
Una vez que una computadora era infectada por este ransomware, WannaCry procedía a cifrar los archivos del usuario, haciéndolos inaccesibles, a la vez que mostraba un mensaje en pantalla exigiendo el pago de un rescate en bitcoins para recuperar el acceso a tu información.