Muchas actividades de las personas dependen de softwares. Utilizamos software para controlar la distribución de los servicios básicos, como el agua o la electricidad, controlar el tráfico, administrar las telecomunicaciones, entre otras cosas. Además, encontramos softwares en todo tipo de computadores, que incluyen laptops, teléfonos inteligentes, Smart TV, refrigeradores, consolas de videojuegos, y más.
A veces los programas experimentan fallas (bugs) y algunas fallas producen problemas de seguridad, lo que se conoce como vulnerabilidad; estas vulnerabilidades pueden ser abusadas a través de software malicioso (malware)
El ciberespacio se encuentra expuesto constantemente a ataques, abusos o amenazas, que pueden estar dirigidos a su infraestructura física, (corte de los cables submarinos) que transmiten o contra la infraestructura lógica, lo que se conocen como ciberataque.
Un ciberataque que es cualquier esfuerzo intencional para robar, exponer, alterar, deshabilitar o destruir datos, aplicaciones u otros activos a través del acceso no autorizado a una red, sistema informático o dispositivo digital. Puede afectar casi cualquier dispositivo digital moderno y su impacto puede causar desde molestias a un individuo hasta daños económicos y sociales a un país.
Veamos algunos casos relevantes, que nos permiten entender que los graves efectos que un ciberataque puede producir a la sociedad: