Igualmente, la ciberseguridad se sustenta en obligaciones y parámetros de cumplimiento establecidos en leyes, políticas nacionales y agendas públicas, que fortalecen la visión de Estado en materia de seguridad; pero también en algo mucho más simple: en nuestra conducta.
Una vez integrados los conocimientos y nociones básicas en materia de ciberseguridad, es necesario crear conductas o modelos mentales que nos permitan generar estrategias para interactuar en el ciberespacio de forma segura.
Cuando utilizamos estos modelos mentales, conductas o hábitos que nos permiten prevenir ciberataques y participar de forma segura en el ciberespacio, estamos practicando ciberhigiene. Al igual que cuidamos nuestra higiene personal para prevenir enfermedades, la ciberhigiene nos protege de amenazas como virus, hackers y fraudes en línea.
A continuación, te presentamos una serie de consejos para que aprendas de ciberhigiene y así puedas mejorar tu calidad de vida digital, evitando ser engañado o perjudicado por cibercriminales.